El debate sobre la disposición de los asientos que se produjo tras la visita a nuestro país de los Presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea no tiene ninguna relación con el hecho de ser europeo, o mujer; y no tiene ningún vínculo con el Convenio de Estambul ni con el estatuto de la Comisión Europea. Por lo tanto, no tiene sentido buscar una intención oculta o mala en este asunto.

La cuestión aquí es el resultado de la falta de coordinación y la negligencia del personal de protocolo de la UE. Turquía ha atendido las solicitudes que ha recibido. De acuerdo con las regulaciones del protocolo general, no existe una aplicación diferente en las regulaciones del protocolo en Turquía según el género de las autoridades. Por lo tanto, no se debe cuestionar la hospitalidad y la experiencia en acoger delegaciones de Turquía, que tiene una tradición diplomática profundamente arraigada.

A Turquía le complace que una mujer haya asumido la presidencia de la Comisión de la UE por primera vez y cree que esto constituye un paso importante en el empoderamiento y la igualdad de derechos de las mujeres. Nuestro Presidente tiene una relación cercana y amistosa con Ursula von der Leyen, basada en la confianza y el respeto mutuos.

Es lamentable que este evento, que se origina en las disputas políticas internas de la UE y cuyos detalles son conocidos por los funcionarios de la UE, todavía se utilice como material para debates políticos en algunos países de la UE y se asocie particularmente con la discriminación de género.

Lo importante es el contenido y los resultados de la visita a Turquía, país candidato, realizada por los líderes de estas dos importantes instituciones de la UE. Esperamos que las instituciones de la UE lleguen a un consenso entre ellas y que no causen incidentes similares en otros lugares.