La continuación por parte de Israel de sus actividades ilegales de asentamiento en los Territorios Palestinos bajo ocupación, también durante el mes sagrado de Ramadán, es una nueva manifestación de su rostro inhumano.

Israel ha continuado recientemente a usurpar los derechos del pueblo palestino al permitir la construcción de más de ochocientas viviendas adicionales en Jerusalén oriental, que reconocemos como la capital del Estado de Palestina.

Ya es hora de poner fin a las decisiones de Israel encaminadas a erosionar el estatus de Jerusalén y a destruir la visión de una solución de dos Estados, haciendo caso omiso de los derechos humanos fundamentales y del derecho internacional.

Nunca aceptaremos la reescritura de la historia, el cambio de la justicia en favor de los intereses económicos y el desprecio por la dignidad y la legitimidad en Palestina. Siempre seguiremos apoyando a nuestros hermanos palestinos y la justa causa palestina.