La moción, adoptada el 10 de abril de 2019 por la Cámara de Diputados de Italia, es un nuevo ejemplo del uso de las reclamaciones armenias para intereses políticos internos. Condenamos esta moción en los términos más enérgicos.

No es sorprendente que esta moción fuera redactada por el Partido Lega, liderado por Matteo Salvini, quien se compromete a sabotear las relaciones entre Turquía e Italia.

Lo que es sorprendente y perturbador es que la Cámara mencionada anteriormente haya sido instrumentalizada en la obra puesta en escena por el Partido Lega, cuyo objetivo es fortalecer su posición en las elecciones al Parlamento Europeo.

En realidad, las reclamaciones armenias se presentan continuamente antes de las elecciones o en el contexto de los sentimientos anti-turcos, lo que revela claramente la naturaleza política de estas reclamaciones y su incompatibilidad con los hechos históricos. Estos esfuerzos no proporcionan ningún beneficio a ninguna parte y asimismo obstruyen el camino de todas las iniciativas bien intencionadas y orientadas hacia el futuro.

Es inevitable que esta moción tenga varias repercusiones en nuestras relaciones con nuestro socio estratégico, Italia, con quien tenemos vínculos históricos y considerables relaciones comerciales.

Como todas las demás iniciativas que politizan la historia, esta moción es nula y sin efecto para Turquía.