Las dificultades en los ámbitos de la seguridad y la estabilidad, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos en diversas regiones del mundo hacen que decenas de miles de personas huyan todos los días involuntariamente de sus hogares y países de origen.

Turquía, que antes fue un país de "origen" y de "tránsito" para la migración y los movimientos de refugiados, también se ha convertido en un país de "destino" en los últimos años con su economía en desarrollo. De hecho, hoy en día, Turquía es el país de acogida de refugiados más grande del mundo.

Nuestro país cree que esta cuestión se puede gestionar mejor con la cooperación internacional y continúa cumpliendo su parte de responsabilidad para mejorar las condiciones de vida de los refugiados de la manera más humana.

Hoy en día, nuestro país brinda protección a más de cuatro millones de personas de diferentes nacionalidades, incluidos más de tres millones y medio de sirios, y apoya el suministro de una amplia gama de servicios a los refugiados desde la educación hasta la salud y desde los proyectos sociales hasta el acceso al mercado laboral, sin discriminación alguna. Con sus mejores prácticas, Turquía se ha convertido en un país modelo en términos de cómo tratar a los refugiados y ha atraído la atención y el aprecio de la comunidad internacional con estas características.

Opinamos que, además de los países vecinos, todos los demás socios relevantes deben mostrar una voluntad política sincera para fortalecer las posiciones y la autosuficiencia de los refugiados y encontrar soluciones sostenibles a sus problemas y apoyar al sistema internacional con los mecanismos sólidos y el seguimiento plano de los compromisos. En este contexto, nuestro país contribuye activamente al proceso del "Pacto Mundial sobre los Refugiados", cuyos preparativos están en curso dentro de las Naciones Unidas, y es uno de los principales países que dirigen el proceso.

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, deseamos aumentar la conciencia sobre los problemas de las personas que tienen que abandonar sus hogares involuntariamente y fortalecer la solidaridad internacional para resolver estos problemas.