Condenamos la declaración impertinente del Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel respecto a las declaraciones del nuestro Presidente sobre los recientes acontecimientos en Al-Haram Al-Sharif.

En la época otomana, las comunidades pertenecientes a diferentes religiones y sectas vivieron en la coexistencia pacífica y gozan de la libertad de culto durante siglos. En este contexto, se espera que los judíos conozcan mejor y aprecien la tolerancia única durante la era otomana.

Hoy en día, en la República de Turquía, la libertad de la fe y el culto también están protegidos por el Estado.

Al-Haram Al-Sharif, que es el tercer lugar más sagrado para todos los musulmanes, ocupa un lugar prominente entre las prioridades más altas del mundo islámico.

A medida que la ocupación israelí en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza completó su 50º año, es evidente que los esfuerzos para ignorar el hecho de que Jerusalén Este está bajo ocupación no contribuirán al logro de la paz y la estabilidad en la región, así como la resolución del conflicto palestino-israelí.

Por lo tanto, la responsabilidad que corresponde a Israel es urgentemente hacer prevalecer el sentido común, volver al statu quo en Al-Haram Al-Sharif y levantar todas las restricciones a la libertad de culto.